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Contratar un TPV en un establecimiento físico no es una tarea sencilla y la elección en gran medida suele depender de las necesidades y el presupuesto de cada negocio. A menudo, muchos empresarios se consultan sobre cómo hacer para tener un Terminal Punto Venta, aquel sistema físico o virtual que debe procesar pagos desde un punto de ventas.
Antes de saber los tres consejos principales para contratar un TPV, es importante tener en cuenta ciertos aspectos como:
- No confiarse de las ofertas temporales.
- Conseguir información sobre la cuota de inactividad, que es la que se aplica si no se factura un mínimo mensual.
- La importancia de la cuota de mantenimiento no está en base a la facturación.
- Tener en cuenta que la tasa de descuento no difiera en el tipo de tarjeta.
- Saber respecto a la cuota de alta.
Tres criterios principales para contratar un TPV en un establecimiento físico
La funcionalidad: en cuanto a las funcionalidades de una TPV, a veces existen ciertas confusiones. Pero lo importante es seleccionar una que tenga un sistema que haga lo que realmente la empresa necesita o busca.
- Inventario de productos.
- Control básico de clientes (CRM).
- Realizar operaciones de venta.
- Pasarela de pago online.
- Impresión de tickets y facturas.
- Automatización de pedidos.
- Gestión de devoluciones.
- Integración con otros sistemas.
En el caso de que se necesite solamente un puente de pago para que los clientes puedan hacer compras con tarjetas de crédito, un datáfono simple funcionaría. En algunos bancos ofrecen datáfonos digitales gratis y si cobran algo, lo hacen usualmente mediante comisiones de venta.
Sin embargo, si se quiere también gestionar pagos de una manera más completa, incluyendo contabilidad y diversos cobros actualizando el inventario, gestionar devoluciones, imprimir recibos, hay que buscar sistemas de software más adecuados.
Tipo de negocio
El mismo TPV que necesita una panadería de un pueblo, no es el mismo que requieren aquellos almacenes que tienen distintos puntos de ventas y que están relacionados. Tampoco es el mismo que requiere una tienda en la web. Por lo tanto hay que tomar en cuenta lo siguiente:
- Pequeñas empresas: buscar TPV que consista en un datáfono o en un simple PC adaptado con una pantalla táctil, lector de tarjetas, impresora y periféricos. Este tipo de TPV se vende en paquetes y suele incluir un software básico de gestión de ventas que es suficiente para este perfil.
- Grandes empresas con puntos de venta múltiples: no es la importancia del TPV físico sino el software. En esta ocasión hay que considerar soluciones Cloud que aseguren una alta disponibilidad, seguridad y sincronización de datos. También es posible que necesites integración con otros sistemas corporativos (Salesforce, SAP, HubSpot…)
- Negocios o tiendas online (e-commerce) puede que no sea necesario ningún hardware en absoluto lo que realmente se necesita es una plataforma web como WooCommerce, Prestashop y similares. Pueden integrarse además fácilmente con PayPal, pasarelas bancarias e incluso con pasarelas de pago con bitcoins.
El presupuesto
Aunque no se vea o no se demuestre, lo que va a determinar una compra ya sea un TPV u otra cosa es el presupuesto que se tiene. Un TPV físico o totalmente virtual puede ir de cero euros a una cantidad elevada a gastar, siempre que se pueda.
Entre las opciones más económicas está un software TPV, la mayoría del tiempo son gratuitos y están mantenidos por comunidades. Sin embargo, no todo es color rosa, pues requiere un trabajo técnico grande desde instalación hasta mantenimiento y una persona que sepa del tema por cualquier inconveniente.